Estados Unidos ha criticado duramente a la Unión Europea por lo que describe como prácticas discriminatorias contra las empresas tecnológicas estadounidenses, advirtiendo que impondrá sanciones a las empresas europeas si la UE no modifica su enfoque regulatorio. Esta escalada marca una tensión significativa en las relaciones comerciales transatlánticas a pesar de los esfuerzos en curso para finalizar un nuevo marco comercial.
Años de tensión creciente
Durante años, los funcionarios estadounidenses han expresado su frustración con las regulaciones de la UE que, según ellos, apuntan injustamente a gigantes tecnológicos estadounidenses como Google, X (anteriormente Twitter), Amazon y Meta. Las quejas se centran en investigaciones, multas y directivas que enfrentan las empresas estadounidenses en Europa, mientras que las empresas europeas disfrutan de un acceso relativamente ilimitado al mercado estadounidense.
La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) hizo públicas las últimas amenazas en un comunicado en las redes sociales, acusando a la UE de un “curso continuo de demandas, impuestos, multas y directivas discriminatorias y acosadoras”. Este lenguaje directo subraya la profundidad del desacuerdo.
¿Qué está en juego?
El núcleo de la disputa radica en los diferentes enfoques de la regulación tecnológica. La UE ha tratado cada vez más de controlar el poder de las grandes empresas tecnológicas, citando preocupaciones sobre el dominio del mercado, la privacidad de los datos y la competencia desleal. Mientras tanto, Estados Unidos está a favor de un enfoque más laissez-faire, argumentando que una regulación estricta sofoca la innovación y perjudica a las empresas estadounidenses.
La declaración del USTR indica que Estados Unidos está preparado para tomar represalias utilizando sus propias palancas económicas, incluyendo potencialmente tarifas y restricciones a las empresas de servicios europeas que operan en Estados Unidos. Estados Unidos también advirtió que aplicaría medidas similares contra cualquier otro país que adopte políticas similares.
Por qué esto es importante
Esto no es sólo una escaramuza comercial; es un choque sobre el futuro de la gobernanza tecnológica. El enfoque de la UE se ha convertido en un modelo para otros países que buscan regular las grandes tecnologías, y Estados Unidos teme que un panorama regulatorio global fragmentado perjudique a las empresas estadounidenses. La disputa plantea dudas sobre si Estados Unidos y la UE pueden encontrar puntos en común o si esta escalada conducirá a una guerra comercial más amplia en la economía digital.
La medida de Estados Unidos es una clara indicación de que no dudará en proteger su industria tecnológica, incluso a costa de una escalada de tensiones con un aliado clave. Los próximos meses determinarán si alguna de las partes está dispuesta a llegar a un acuerdo o si este conflicto fracturará aún más el comercio internacional en la era digital.
























